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La Ingeniería Clínica y su papel en el desarrollo hospitalario

La Ingeniería Clínica y su papel en el desarrollo hospitalario

Hablar de la ingeniería clínica trae rápidamente la imagen de un hospital, pero esto va más allá. Se trata del área encargada de crear o diseñar implementos médicos con la finalidad de brindar innovación y contribuir a solucionar necesidades y problemas de muchos pacientes.
Al referirse a asuntos médicos, entra en tela de juicio la seguridad de las personas, es por eso que se requiere la presencia de estos ingenieros. Este tema se profundiza en la Maestría en Ingeniería Biomédica con énfasis en Ingeniería Clínica de la EIA.

Mejorando la calidad de la atención médica

Tiene mucho que ver con la resolución de diversas teorías que se aplican en el término médico-biológico. Debido a ello, el servicio clínico mejora radicalmente, con lo que es posible lograr que el derecho de ser atendido se convierta en una prioridad. Además, se encarga de la administración, evaluación, diseño, creación y desarrollo de las estrategias a nivel hospitalario.
En ese sentido, el ingeniero clínico tiene como responsabilidad dar respuesta a los requerimientos que surgen tanto a nivel de la atención como en los implementos que se usen. Todo esto con la finalidad de lograr óptimos resultados en los diagnósticos, tratamientos y rehabilitaciones.
Cuando este profesional está consciente de la labor que desempeña, todos sus pensamientos tienen como guía el bienestar del paciente. Este ingeniero es como la puerta que comunica a la medicina con la ingeniería en un mundo lleno de avances tecnológicos.

Habilidades y proyectos en pro de la salud de la mano de la ingeniería clínica

Una persona que se especializa en esta carrera debe ser muy consciente de que tiene a su cargo una serie de responsabilidades vitales, entre las cuales se encuentran las siguientes:

  • Asegurarse de que cada uno de los instrumentos se esté usando de manera eficaz, según el propósito para el que fue creado. Todo esto con el objetivo de asegurar una mayor vida útil a dichos instrumentos.
  • Fomentar programas de enseñanza con base en los equipos y su instalación, a fin de reducir los riesgos tanto en operadores como pacientes, dejando muy claro todo lo relacionado con las normas de seguridad eléctrica del lugar.
  • Llevar un seguimiento de los accidentes y daños que se han causado a los instrumentos biomédicos. Esto permitirá llevar un registro más claro de lo que originó un daño específico y el estado actual del instrumento.
  • Esforzarse por que se cumplan al máximo los procedimientos de verificación establecidos con relación a cada uno de los instrumentos, y la mejor manera de hacerlo es estableciendo un cronograma y haciendo parte de la iniciativa.
  • Estar al frente de la realización del mantenimiento continuo de los equipos, para que este se realice siempre según las normas.
  • Tratar de que la solución de fallas sea lo más precisa posible sin buscar en todo el aparato, sino yendo al punto en donde está el problema.
  • Llevar a cabo con total continuidad las labores de mantenimiento, formando así un círculo benéfico donde las cosas funcionen bien.
La introducción a la tecnología

En un sentido más amplio, las tecnologías biomédicas se han visto aplicadas a todo lo relacionado con los hospitales. Estudios previos han resaltado el enorme impacto en la prevención y propagación de enfermedades, minimizando así sus duraderos efectos. La tecnología ha aportado mucho en lo relativo a la obtención de los diagnósticos y la detección a tiempo de diversas patologías. Así mismo, se puede observar lo que ocasionó dichas patologías y los efectos que ha provocado.
Otra cosa que vale la pena destacar es que mediante los avances se han podido contrarrestar muchas cosas. Por ejemplo, al poder realizar tratamientos de restauración, rehabilitación, mejoramiento y sustitución en muchas municiones. Siempre teniendo presente que cada paciente merece tener una adecuada calidad de vida y reincorporarse rápidamente a la sociedad.
Además, con tantos sucesos que están pasando actualmente se han escuchado nombres de enfermedades que en muchos casos no se conocen y ha sido difícil erradicarlas. Por ejemplo, hace algunas décadas temas relacionados con la fiebre amarilla, el tétano y la polio eran motivo de incertidumbre porque no había algo seguro, las investigaciones aún no habían arrojado soluciones que tranquilizarán a la población. Es por eso que hombres, mujeres y niños perdieron la vida en aquel impactante momento.
Pero hoy en día, tras años de constantes investigaciones, muchas de esas tienen cura o, en su mejor caso, cuentan con un tratamiento digno. El objetivo de que se hayan implementado tantas metodologías para tratar las dolencias es llevar a las personas un alivio y la confianza en que estarán bien.

Los estudios, la preparación y la experiencia del ingeniero clínico marcan la diferencia

Han sido muchos los avances por los que ha pasado el mundo en las últimas décadas, pero hay que tener claro que por sí solos no sirven de nada. Es ahí donde se necesita la presencia de un personal que sepa cómo realizar diversos procedimientos. En otras palabras, que cuente con la preparación y esté muy capacitado para desempeñar dicha labor, cosa que solo se logra a través de la experiencia, la formación académica y del compromiso con que se realicen las cosas.
Muchas veces es necesario que un profesional con los conocimientos apropiados guíe o maneje una gestión. Así habrá una garantía de que se efectuará de la mejor manera, realizando así una buena selección, compra e instalación teniendo en cuenta las pruebas de efectividad que define el funcionamiento, pues un equipo, por más avanzado que pueda llegar a ser, no es nada si está en las manos equivocadas. No va a poder cumplir con la función para la cual fue diseñado.
Es aquí donde nuevamente hay que recordar que es fundamental darle a cada quien el lugar que se merece. Es decir, dejar que los de mayor experiencia y profesionalismo brinden la seguridad a los pacientes y a cada uno de los trabajadores que forman parte del equipo médico.

Un factor determinante

Normalmente, todo en la vida requiere un mantenimiento para conservar el equipo evitando que este se deteriore. A medida que pasa el tiempo, el cambio climático deja marcados sus efectos en todo. Es por ello que invertir en mantener en óptimas condiciones un instrumento es como alargar el periodo de vida. La falta de mantenimiento genera cobros innecesarios, por lo que incrementa los gastos y se reducen los servicios.
Es por ello que el papel de estos ingenieros es el verdadero soporte técnico y gerencial de todas las zonas relacionadas con el servicio que se ofrece. Pero no hay que esperar a que algo se dañe para actuar. Normalmente, en diversas organizaciones se programan jornadas de limpieza y mantenimiento de los equipos, con la finalidad de que beneficien su profesión y salven vidas. Es aquí donde nuevamente entran en acción estos ingenieros, quienes programan los tiempos en los que se van a efectuar alineamientos o revisiones de equipos.

Alternativas vigentes

Otra forma de estar capacitados es mediante la Maestría en Ingeniería Biomédica, este es un programa muy completo que reúne conocimientos avanzados. Se enfoca en lo relacionado con la formación de profesionales; así mismo une la ingeniería, la medicina y las ciencias de la salud. En él se fortalecen los conocimientos científicos, tecnológicos y se llevan a un nivel más práctico gracias a la ayuda que ofrece la tecnología.
Quien lo ejerce está capacitado para diseñar estrategias y desarrollar elementos tecnológicos, incluyendo los software y hardware. A través de ellos es posible llegar a un diagnóstico y tratamiento de patologías más exacto, ya que los años que ha estado adquiriendo el conocimiento le han dado la capacidad de asesorar, mantener y administrar las funciones de un equipo médico.
Al culminar esta maestría se obtienen diversas habilidades para darle solución a distintos problemas relacionados con la medicina usando los avances tecnológicos y capacitar a otros de manera que mejoren la forma de realizar un procedimiento. Además, se pueden utilizar los sistemas robóticos con el objetivo de fabricar prótesis y órtesis que son una necesidad para muchas personas.
Para acceder a ello, es necesario cumplir con algunos requisitos importantes para llenar el perfil de ingreso y tener un cupo obteniendo la mejor orientación. El programa se ha diseñado para aquellas personas que cuenten con experiencia o hayan tenido formación relacionada con esta área, es decir, para quienes sienten un intenso interés en los problemas actuales frente a la salud y la calidad de vida de los demás, de manera que quieran continuar con su carrera formativa y sean capaces de trabajar en equipo y colaborar con el crecimiento de estrategias y proyectos.

Es por eso que se ha corroborado que la capacitación es importante para nuestro futuro, en el cual todos tenemos mucho que ver y aportar a la vida de las personas que están requiriendo de una ayuda. Este tema se profundiza en la Maestría en Ingeniería Biomédica con énfasis en Ingeniería Clínica de la EIA.

Rekner (2018). La importancia de la ingeniería clínica.
Universidad EIA (2021). Maestría en ingeniería biomédica – Profundización en ingeniería clínica
Rodrigo Taborda (2006). El Ingeniero Clínico y su rol en un Hospital.

Alejandro Piedrahíta Borrero

Alejandro Piedrahita nació en Medellín el 2 de marzo de 1973. Se graduó como administrador de negocios de la Universidad EAFIT. Posteriormente realizó una Maestría en Ciencias (M.Sc.) en desarrollo económico en London School of Economics y un Programa en Alta Dirección Empresarial (PADE) de la Universidad de La Sabana. Adicionalmente, participó en el programa de gerencia general (General Management Program) de Harvard Business School.

Tiene más de 20 años de experiencia en estructuración y ejecución de proyectos en banca de inversión en temas de mercado capitales, finanzas corporativas, financiación (créditos sindicados y project finance), fusiones, adquisiciones y derivados.

Desde junio de 2015, ocupa el cargo de Vicepresidente de Estrategia y Finanzas Corporativas en Grupo Argos. Antes de ocupar este cargo, trabajó como Vicepresidente de Estructuración Mercado de Capitales en la Banca de Inversión Bancolombia S.A. desde el 2008, antes se desempeñó el puesto de Gerente de Estructuración de Productos Derivados en Bancolombia S.A. y también trabajó como Director de Investigaciones Económicas en Corfinsura S.A. y como Director de Proyectos Especiales en Susalud S.A.

Actualmente es miembro principal de las juntas directivas de: Cementos Argos, Celsia, Odinsa, comité de inversiones de Pactia y Aceros MAPA S.A., Corporación Surgir, miembro de Iluma (Premex S.A.S) y del Consejo Superior de la Universidad EIA.

Ha estado vinculado con la academia y ha sido profesor de cátedra en pregrado y postgrado en varias universidades como: EAFIT, EIA, Universidad Nacional, Universidad Javeriana y Universidad de Medellín.
Ningún miembro del Comité Directivo tiene la calidad de Persona Expuesta Políticamente de acuerdo con la definición del Decreto 1674 de 2016.

Jorge Mario Velásquez Jaramillo

Presidente

Ingeniero Civil en la Universidad EIA y realizó una especialización con énfasis en la Industria del Cemento en Inglaterra. Participó en el CEO’s Management Program de Kellogg School of Management y en el programa de Supply Chain Strategies de Stanford University. Adicionalmente, es egresado del programa de Alto Gobierno de la Escuela de Gobierno de la Universidad de los Andes.

Desde el 1 de abril de 2016, se desempeña como presidente de Grupo Argos, holding de infraestructura en el continente americano, líder en el negocio de cementos a través de Cementos Argos, con una plataforma única de inversión en concesiones viales y aeroportuarias administradas por Odinsa y un portafolio diferenciado e innovador tanto en energías convencionales como renovables gestionado por Celsia.

Antes de desempeñar su rol como presidente de Grupo Argos, desarrolló una carrera destacada como presidente de Cementos Argos, compañía líder en el negocio de Cemento en Colombia, con presencia en 15 países y actualmente el segundo productor de concreto de los Estados Unidos.

Este líder empresarial, que empezó su carrera en Argos en 1986 como practicante, desempeñó diversos cargos en Cementos Argos en el pasado, incluyendo la Vicepresidencia de Logística de Argos, la Gerencia General de Cementos del Nare, la Presidencia de Cementos Paz del Río y la Vicepresidencia Regional Caribe, con responsabilidades sobre las operaciones de Cementos Argos en Panamá, Haití, República Dominicana, Suriname y territorios insulares, así como el comercio internacional de la compañía.

Actualmente es miembro principal de las juntas directivas de Cementos Argos, Celsia, Odinsa, Fundación Grupo Argos, la Asociación Nacional de Empresarios – ANDI, Proantioquia, y el Consejo Superior de la Universidad EIA.